BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 28 de febrero de 2016

ESTAMOS DE EXCURSIÓN POR ANDALUCÍA

Un joven de Senegal, otro de Costa de Marfil, cinco de Marruecos y dos españoles cabemos en la furgoneta del Hogar y estamos de excursión por Andalucía, aprovechando el puente.
Viento, lluvia, nieve y sol nos acompañan estos días, pero nosotros no paramos. Bueno, nos cogió el temporal de nieve, cerca del Puerto de la Mora, y los chavales disfrutaron de lo lindo. Algunos nunca la habían visto y fue una divertida novedad.
Hemos tenido la suerte de tener un día soleado por Córdoba, y los Reales Alcaceres nos han aproximado a la primavera con sus espléndidos jardines y sus estanques adornados con abundante agua y peces de colores. Ya veremos que encontraremos mañana, cuando pasemos por Málaga camino de Jerez.
La verdad es que los chicos lo están pasando bien. Aunque los acompañantes no nos podemos quejar. Este tipo de actividades se hacen muy necesarias, en el contexto del Hogar de emancipación. Es verdad que cada uno, se está preparando para su autonomía e independencia; pero lo hacen en grupo y un grupo, por cierto, muy heterogéneo en cuanto a la procedencia. Podemos decir que todos son de África, pero como en cualquier otro continente, existen diferencias entre los distintos países.
En el proceso de integración que estamos llevando, conocer otras partes de Andalucía, con su diversidad cultural de costumbres y ambientes, favorece y potencia los programas que estamos llevando a cabo, durante los dos años, que los jóvenes inmigrantes, pasan con nosotros en el Hogar. Ésta dimensión lúdica y cultural se hacen imprescindibles.
Fíjense que somos nueve y estamos de cuatro nacionalidades. Sin duda una riqueza en todos los sentidos. Y si añadimos a todas las personas que están alrededor del Hogar, podemos afirmar que es un privilegio el participar en este proyecto.
Siguiendo con la excursión, me dijeron hace muchos años, que el ser humano necesita de tiempos gratuitos para romper las rutinas, horarios, tareas cotidianas y, así, disponer de un tiempo para dar espacio a las bromas y las tonterías, al descanso y relajación. Normalmente en dicho ambiente las personas nos manifestamos como somos, pues, se caen las máscaras que llevamos y el mutuo conocimiento nos viene a todos bien.
Los formalismos cotidianos nos encorsetan  cotidiana.demasiado y la complicidad que generan estas experiencias facilitan la buena convivencia y compañerismo. La vida del Hogar, como en cualquier familia, tiene también sus 'problemillas' y pequeños conflictos, por lo que actividades de ocio y tiempo libre -fuera del hogar- nos vienen bien a todos.

Bueno, que aún estamos de excursión. Vamos a dejar un poco de lado la seriedad ¿no?


domingo, 21 de febrero de 2016

SI A LA INTERCULTURALIDAD E INTEGRACIÓN, NO A LA MULTICULTURALIDAD Y ASIMILACIÓN

¡Miren! Tenemos a nuestros hijos en las clases con compañeros de otras razas y religiones diferentes. Habitamos en barrios donde la gente habla idiomas distintos al nuestro. Compramos alimentos o ropa en tiendas cuyos dueños no son españoles. Y así podíamos seguir.
La globalización la veo como una oportunidad histórica. Me atrevería a decir que estamos acercándonos a las puertas de una nueva etapa de la humanidad. Estamos pasando de las tribus-clanes, reinos de taifas y estados-naciones a una mundialización de la humanidad. Aunque como en una carrera de motos, unos están al principio y otros están aún dirigiéndose a la línea de salida.
Desde los más remotos tiempos que podemos datar, el ser humano ha sido nómada. El clima y el alimento le empujaban a espacios desconocidos con el objetivo de sobrevivir. Caminaban hacia lo desconocido con todos los riesgos y peligros que les amenazaban. Y entonces surgieron los conflictos, las guerras, las luchas por el poder, la violencia. Para marcar el territorio conquistado se crearon las vallas, lo muros, los límites, las fronteras.
La inmigración ha existido siempre y los refugiados también. Si miramos el siglo XX, por ser más cercano a nuestra realidad, se han dado fórmulas con las personas que llegaban a Europa o países ricos con la finalidad de convivir sin problemas, se trataba de la coexistencia pacífica. Pero, la multiculturalidad o la asimilación, son respuestas que la experiencia nos dice que no han dado resultado.
Ya es inevitable –para bien de la humanidad- que las sociedades sean plurales, heterogéneas. La misma globalización está reforzando esta realidad. Por lo que debemos buscar otras respuestas para que la convivencia entre todos sea la mejor posible. Si somos capaces de comer los mismos alimentos, vestir la misma ropa y escuchar la misma música,.. ¿Por qué no vamos a ser capaces de convivir, respetarnos, dialogar?
En el contexto de la globalización, el diálogo intercultural y religioso, la integración entre todos los seres humanos, debe de ser el camino que nos lleve a fortalecer los lazos de la Familia Humana para vivir con justicia y en paz. La fraternidad universal no es una utopía, ya tenemos ‘pequeños oasis’ en donde se está logrando. Pero queda mucho por hacer.
Y es que, la multiculturalidad separa pero no une. La asimilación impone pero no iguala; sin embargo el diálogo intercultural y religioso nos ayuda a interaccionar y aprender unos de otros y con la integración nos percibimos diferentes pero con la misma dignidad y derechos, o sea, como miembros de la misma familia (la especie humana).
Pero seamos realistas, lo que ocurre es que en el fondo, no nos separan ni las distintas religiones, ni las razas, ni los valores o costumbres diferentes. Puede que sigamos justificando las guerras y los muros con estos asuntos, pero no nos engañemos, lo que divide, genera conflictos y construye fronteras es el dinero, el ansia de dinero, la avaricia y opulencia de unos pocos en contra de la pobreza de la mayoría. Solucionemos esto y aquello quedará resuelto sin sobresaltos.



domingo, 14 de febrero de 2016

LOS POLÍTICOS ESTÁN COMO EL TIEMPO, MUY INESTABLES


Cuando vas a clase y ves a los chicos revueltos es que va a llover o ha llovido. Digamos que hay una perfecta sintonía entre la climatología y la vida escolar. La naturaleza manda, como no podía ser menos. ¿Acaso no somos parte de la misma naturaleza?
En éstas estoy, cuando observo una sintonía entre lo que está pasando con el clima este año y la función de los políticos en estos últimos tiempos. No se aclaran, o sea, que no acaba de arrancar el invierno.
Que el tiempo es inestable y que está cambiando, no nos cabe la menor duda constatando sus alteraciones. Es evidente que cuando tiene que llover, o nevar... pues resulta que nada de nieva, ni de lluvia. Para despistar alguna ‘borrasquilla’ o inundaciones de vez en cuando, o bien, algún agitado temporal en las costas y también nos sorprenden, los profesionales del tiempo, con las bajas y altas presiones que aparecen o desaparecen como por encanto. Pero poco más.
Mientras tanto, las conversaciones empiezan a repetirse. Este tiempo no es normal. No había visto nunca algo así. El invierno no ha llegado pero el campo ya está en primavera. Llevamos meses sin una gota y la atmósfera está cargadísima, estamos batiendo todas las estadísticas,... Y, efectivamente, el cambio climático es una realidad. De hecho, antes de navidades, varios países estuvieron reunidos para analizar lo que está pasando. 
Se han fijado en que nuestros políticos andan como el tiempo. Están revueltos. No se aclaran. ¡Qué coincidencia! A lo mejor el clima que tenemos está influyendo en la interacción de nuestros políticos (por cierto elegidos por nosotros).
Al día de hoy, lo de presidente de gobierno está por llegar. Y si llega será a semejanza de la climatología que padecemos. Tiempos raros los que vivimos.
A nuestros políticos no habría que pagarles al final de mes. No se ganan el sueldo. Los políticos, de la condición que sean, tienen y deben de hacer política, o sea, dialogar, consensuar, pactar, negociar,… llegando a los acuerdos mínimos que nos lleven a la sociedad, en su conjunto, al deseado bien común. Y si no lo hacen, porque buscan los intereses de su partido, pues que no les paguen o dejen la política. 
Los políticos no están para 'machacar al que piensa diferente'.  En España, es curioso, tenemos los ‘políticos buenos’ y los ‘políticos malos’. Que la corrupción existe no lo vamos a negar. Pero como dice el evangelio: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Que hipocresía tienen. En vez de sanear los propios partidos se conforman con la frase hecha de “y tú más”.

En fin, están como el tiempo. Por consiguiente, a ver si el tiempo se normaliza, siguiendo sus ciclos de toda la vida y así nuestros políticos (los hemos elegido nosotros) también pasan a ejercer de verdaderos políticos. Porque igual este asunto no es solo de los políticos sino de la sociedad entera.

domingo, 7 de febrero de 2016

LOS CARNAVALES, VERSIÓN JOCOSA DE LA REALIDAD

Ayer estuve en el carnaval de Cádiz. No se lo imaginan, pero durante el día participé en un Taller de interioridad y por la tarde-noche me fui con los chicos, del Hogar de Emancipación, a ver el ‘ambientaso’ de los carnavales gaditanos. ¿Actividades contrapuestas? Tal vez.
Por su parte, los chavales disfrutaron un montón. Nunca habían visto algo parecido. Eso sí, volvimos todos encantados y… cansados. Cádiz estaba desbordado en todos los sentidos. Y caminar por sus calles no era fácil. Pero mereció la pena.
Es verdad que se han dicho y escrito muchas cosas sobre los carnavales, por mi parte contaré la experiencia que tuve ayer. Para empezar deciros que me compré una careta. Tardé en ponérmela, pues me sentía ridículo. Pero el ridículo lo estaba haciendo yo, porque todo el mundo la llevaba menos un servidor. Después de los bocatas, de rigor, se la terminé dando a uno de los jóvenes.
Sin detenerme en los orígenes, tengo que decir que fue un buen invento al que se le ocurrió lo de los disfraces, ocultarse ante los demás, el jolgorio y bullicio que se organizan, durante unos días, previos a la cuaresma. Aunque sabemos que esta asunto se remonta a los tiempos remotos y trasciende las culturas.
Desde el punto de vista personal, el poco tiempo que tuve la máscara sentía que era uno más de la comparsa y que cada cual iba a lo suyo. El disfraz me abrió otras puertas, entraba en otro mundo, mis roles cotidianos desaparecían y me veía a mí mismo detrás de la máscara. La cosa fue muy fugaz, pues cuando encontré a los chavales, les faltó tiempo para quitármela.
Desde el punto de vista sociológico, simplemente vi la realidad misma, pero en su versión jocosa, festiva y burlesco-chistosa. Que imaginación tiene el personal. Vale que entres en un comercio, yo pasé a uno de los chinos, y te compres una careta; pero lo que se ve en la gente es la pura creatividad. Las ocurrencias son infinitas.
Los personajes son los de la vida real pero en versión graciosa. Los guardias civiles estaban en cualquier parte, pero sin hacerte soplar. Había médicos, barrenderos (no sé si eran reales porque las calles estaban ‘tela’; había bañistas, ninjas, animales variados; aparecían superman y el hombre araña, mariposas y ‘cupidos’ con sus flechitas.  Hombres embarazados, marineros y por todos los lados monjas, curas y frailes, luego dicen que no hay vocaciones.
Cuando te parabas, y era con frecuencia, se escuchaban los idiomas más variados: inglés, alemán, francés, italiano, portugués, árabe, bueno, y español,… claro. La misma globalización en versión carnavalesca. Y es que esto del jolgorio, alegría, bullicio trasciende a todas las culturas, es otra de las señas de identidad de la familia humana.
Sin duda es una catarsis esto de los carnavales, tanto en Cádiz, como en Tenerife o Rio de Janeiro por decir algunos. Es una necesidad antropológica. Necesitamos tiempos para desinhibirnos. La vida es muy dura, para muchas personas dramática y hasta trágica. Cuanta gente espera el carnaval para desahogarse, para reírse de sí mismo y de los demás. El disfraz, la máscara es lo que tiene.

Yo lo pasé muy bien y los chavales, todo era nuevo para ellos, lo pasaron bomba. Pues ya está para eso fuimos al carnaval.