BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 20 de julio de 2014

EN LAS VACACIONES DE VERANO, ¿TE DEDICAS TIEMPO A TI MISMO?


¿Cómo va ese verano? Desde luego, en cuanto al tiempo se refiere, un poquito atípico . Es que, lo del tiempo, no lo dominamos. Mucha tecnología punta, pero..., el tiempo, pues que sigue su marcha y no nos queda más remedio que adaptarnos a él. Hoy se pasa de calor y mañana llueve o baja la temperatura.
Hoy vamos a detenernos en el ámbito de lo personal, que a lo mejor, hasta controlamos menos. Les invito a dejar los "roles" que exhibimos por la vida, ya sean el rol de madre o padre, el que tenemos como profesionales, el rol de amigo o colega, el de parado o jubilado,...
Estoy seguro de que a todos nos suenan, mucho, estas palabras y expresiones: autoconocimiento, crecimiento personal, interioridad, crecer por dentro, el camino hacia uno mismo, autoconciencia, el mundo secreto que tenemos cada cual, autoestima,...
¡Conócete a ti mismo! decían los filósofos griegos - ya hace años de eso-, pero el asunto nos sigue preocupando. ¡Y tanto! pues nos va, "en la jugada", el sentido de la vida, nuestra felicidad. Eso sí, no es fácil el camino hacia uno mismo. El camino de la interioridad. Nuestro mundo interior, a veces, nos asusta. No estamos acostumbrados a caminar y recrearnos con él. Bueno, ¡Pero si no tenemos tiempo! Estamos tan ocupados, desbordados, estresados, atareados, (añadan, añadan más palabras) que lo de ocuparnos de nosotros mismos, nos viene grande y dificultoso (creo que es por falta de costumbre).
Este verano, a lo mejor ya lo estoy haciendo, es bueno dedicar un poquito de tiempo, pero, a mí mismo, Sí, ya sé que estoy con la familia, o en mi trabajo, o lamentablemente en el paro, pero hay que hacer el esfuerzo de buscar el espacio, nuestro espacio, mi espacio personal. Espacio al que puedo ir yo solo y encontrarme conmigo mismo. Lo necesitamos, lo necesito.
En un verano tan largo, bueno ya vamos casi por la mitad, hay tiempo para todo, y en ese todo, hay tiempo para estar o buscar el estar solo o sola, el pensar en mí, el seguir respondiendo ¿Cómo me va la vida? ¿Cómo va mi crecimiento personal? ¿Hasta donde he llegado en mi mundo interior?
No se trata de ser pesado, pero el carácter, el temperamento, nuestra forma de ser, aquello que decimos de "genio y figura hasta la sepultura" son cosas -muy nuestras- que no podemos dejar abandonadas. Es totalmente falso decir que ya no podemos cambiar. Siempre estamos cambiando tanto biológicamente como psicológicamente. Cambias las circunstancias familiares, incluso laborales; con la jubilación se producen otros cambios,... para que seguir. Y toda esta 'movida' no es bueno que nos sobrepase, nos desborde. De ahí la importancia de dedicarnos un tiempo a nosotros mismos.
En fin: ¡Ánimo! Merece la pena.

domingo, 13 de julio de 2014

UNA EXPERIENCIA SOCIAL: LOS CAMPOS DE TRABAJO EN EL HOGAR LA SALLE DE JEREZ


Ya van entrado las calores veraniegas. El viernes llegaba un grupo de jóvenes, de Madrid, con ganas de ‘comerse el mundo’; quieren tener la experiencia de los campos de trabajo, en el Hogar de Jerez. Por cierto, los jóvenes inmigrantes que viven en el Hogar van a se los más beneficiados. Por mi parte, aprocvecho la circunstancia para platicar sobre los campos de trabajo. Es una forma de ocupar el verano.
Son una de las alternativas que se dan en este tiempo vacacional. Durante el verano, hay muchas personas, especialmente jóvenes, que dedican parte de su tiempo a los diferentes Campos de trabajo que existen. Unos son de carácter ecológico, otros tienen que ver con la arqueología, están los que se dedican a la restauración y recuperación de edificios antiguos y, finalmente, los que tienen un carácter social y religioso.
En todos ellos hay un denominador común: Dedicar parte del tiempo libre que se tiene - en vacaciones - pensando y ayudando a los demás. De forma más notoria se ve esta finalidad, en los de carácter social, en ellos me voy a detener a continuación.
En la experiencia que tengo, de los campos de trabajo, he constatado la importancia de poner en relación a las personas que tienen un nivel de vida, bastante desahogado, (digamos clase media, media alta) con aquellas otras que se mueven en unos niveles marginales y de exclusión (digamos clase baja, baja). En un lenguaje coloquial de la primera "hornada del 15 -M", facilitar el encuentro entre los ricos y los pobres.
En el grupo de "jóvenes" (normalmente de diferentes lugares) que realiza los Campos de trabajo, cabe destacar dos experiencias, muy unidas entre sí, y que posibilitan el buen desarrollo de los mismos:
La experiencia de la solidaridad. Por un lado está el conocer otros ambientes diferentes a los que uno vive normalmente. Sobretodo, si la vida nos ha tratado bien y hemos tenido la suerte de nacer en una clase social que vive la cultura del bienestar en toda su extensión. Conocer otras realidades menos favorecidas y empobrecidas, convivir con sus gentes, estar con sus hijos haciendo variadas actividades... constituyen todo un gesto solidario.
La experiencia de la fraternidad. Pero aún hay más, si a tal proyección social, se le une la experiencia de vivir juntos - durante unas semanas - jóvenes que no se conocen, con el compromiso de vivir en familia: haciendo la comida (o lo que salga), limpiando y fregando los lugares comunes de uso diario, organizando en común el tiempo de ocio y tiempo libre, reflexionando y dialogando sobre temas de interés y, como grupo creyente, orando juntos; ya tenemos, entonces, todos los requisitos para calificar la experiencia de una verdadera expresión de fraternidad.
Los Campos de trabajo, por consiguiente, crean conciencia social, fortalecen procesos personales, relativizan la propia vida, abren las puertas y ventanas a los demás, facilitan el encuentro y el compromiso,... vamos - sin la menor duda - merece la pena tener esta experiencia. Por cierto, lo de joven, no solo tiene que ver con la edad, también, tener "espíritu joven", aunque se tengan más de 40, te da posibilidades para participar en tan interesante y completa experiencia veraniega. ¡No lo dudes!

domingo, 6 de julio de 2014

¿POR QUÉ SOMOS VIOLENTOS Y AGRESIVOS? ¿POR QUÉ DEJAMOS DE SER BUENAS PERSONAS?

Este domingo, me tomo la licencia de traer unas palabras de Leonardo Boff, gran teólogo de la liberación, en las que -a mi entender- explica muy bien y da respuesta a la pregunta que planteo en el título: ¿Por qué somo violentos y agresivos? Él habla de "¿Cuánta barbarie existe aún entre nosotros?"

Perversidades siempre han existido en la humanidad, pero hoy, con la proliferación de los medios de comunicación, algunas se hacen más patentes y suscitan especial indignación. El caso más clamoroso fue el linchamiento de la inocente Fabiane María de Jesús en Guarujá en el litoral paulista a principios de este mes de mayo de 2014. Confundida con una secuestradora de niños para prácticas de magia negra, fue literalmente despedazada y linchada por una turba de indignados.
Tal hecho constituye un desafío a la comprensión, pues vivimos en sociedades consideradas civilizadas y dentro de ellas ocurren prácticas que nos remiten a los tiempos de barbarie, cuando aún no había contrato social ni reglas colectivas para garantizar una convivencia mínimamente humana.
Hay una tradición teórica que ha intentado dilucidar tal hecho. En 1895 Gustave Le Bon escribió, quizá fue el primero, un libro sobre la “Psicología de las masas”. Su tesis es que una multitud, dominada por el inconsciente, puede formar un “alma colectiva” y llegar a practicar actos perversos que el “alma individual” normalmente jamás practicaría. El norteamericano H. L. Melcken escribió en 1918 “La Turba”, un estudio mesurado sobre el hecho. Muestra la identificación del grupo con un líder violento o con una ideología de exclusión, que adquiere entonces un cuerpo propio y, sin control, deja que irrumpa lo bárbaro que anida todavía en el ser humano. Freud en 1921 retomó la cuestión con su “Psicología de las masas y análisis del yo”. Los impulsos de muerte subsistentes en el ser humano, dadas ciertas situaciones colectivas, dice, escapan al control del superyó (conciencia, reglas sociales) y aprovechan el espacio liberado para manifestarse con toda su virulencia. El individuo se siente amparado y animado por la multitud para dar salida a la violencia escondida dentro de él.

¿Qué concluimos de todo esto? Que un concepto realista del ser humano debe incluir también su inhumanidad. Somos sapientes y dementes. En otras palabras: la barbarie, el crimen, el asesinato pertenecen al ámbito de lo humano. Hace miles de años dimos un día el salto desde la animalidad, del inconsciente al consciente, del impulso destructivo a la civilización. Pero ese salto todavía no se ha completado totalmente. Cargamos dentro de nosotros, latente pero siempre actuante, con el impulso de muerte. La religión, la moral, la educación, el trabajo civilizatorio han sido los medios que hemos desarrollado para poner bajo control esos demonios que nos habitan. Pero esas instancias no tienen la fuerza que pueda someter tales impulsos a las reglas de una civilización que procura resolver los problemas humanos con acuerdos y no recurriendo a la violencia.
Hay que reconocer que todavía prevalece en nosotros mucha barbarie. No diría animalidad, pues los animales se rigen por impulsos instintivos de conservación de la vida y de la especie. En nosotros esos impulsos perduran pero tenemos condiciones para volverlos conscientes, canalizarlos para tareas dignas a través de sublimaciones no destructivas, como Freud y, recientemente, el filósofo René Girard con su “deseo mimético” positivo tanto han insistido. Pero ambos se dan cuenta del carácter misterioso y desafiante de la persistencia de ese lado sombrío (pulsión de muerte en dialéctica con la pulsión de vida) que dramatiza la condición humana y pueden llevar a hechos irracionales y criminales como el linchamiento de una persona inocente. Todos pensamos en los linchadores, ¿pero cuáles serían los sentimientos de Fabiane María de Jesús, sabiéndose inocente y siendo víctima de la saña de la multitud que hace “justicia” por su propia mano?
La cuestión principal no es el Estado ausente y débil o el sentimiento de impunidad. Todo eso cuenta, pero no aclara el hecho de la barbarie. Ella está en nosotros. Y a todas horas resurge en el mundo con expresiones innombrables de violencia, algunas reveladas por la Comisión de la Verdad que analiza las torturas y las abominaciones practicadas por tranquilos agentes del Estado de terror implantado en Brasil.
El ser humano es una ecuación aún no resuelta: cloaca de perversidad, para usar una expresión de Pascal, y al mismo tiempo la irradiación de bondad de una Hermana Dulce en Bahía, que aliviaba los padecimientos de los más miserables. Ambas realidades caben dentro de ese ser misterioso ―el ser humano― que sin dejar de ser humano puede ser también inhumano. Tenemos que completar el salto de la barbarie a la plena humanidad. La situación violenta del mundo actual, también contra la Madre Tierra, nos deja aprensivos sobre la posibilidad de que ese salto pueda tener un final feliz. Sólo un Dios podrá humanizarnos. Él lo intentó pero acabó en la cruz. Uno de los significados de la resurrección es darnos esperanza de que aún es posible. Pero para eso necesitamos creer y esperar.

Leonardo Boff  22/05/2014 (Traducción de MJ Gavito Milano)
http://leonardoboff.wordpress.com/2014/05/22/cuanta-barbarie-existe-aun-entre-nosotros/