BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 30 de junio de 2013

DE LAS VACACIONES SOLIDARIAS EN LOS PAISES POBRES

Las agencias de viajes no dan a basto, ahora que llega el verano,  organizando rutas turísticas, a países exóticos o a cualquier parte del planeta. Las merecidas vacaciones, son un regalo que nos damos para compensar las rutinas diarias y volver a empezar con más brío. Claro, que con esto de la crisis muchas familias lo piensan mejor y se quedan en casa.

No obstante, hay más opciones a la hora de plantearse las vacaciones. Desde hace muchos años hay personas que tienen en su horizonte la solidaridad. En su tiempo de asueto y descanso no dudan de irse a otros países para colaborar en los numerosos proyectos solidarios, que desarrollas las diversas instituciones y asociaciones humanitarias.

Alguien habla de "turismo solidario". Las palabras pueden despistar, pero lo sustancial de este asunto, es la firme determinación de compartir tu persona, tu tiempo y tu dinero con los más desfavorecidos y excluidos de este mundo. Además, la experiencia me dice que se recibe más de lo que se da.

En un mundo globalizado, tenemos que pensar y sistematizar la solidaridad globalizada. Desde siempre han existido hombres y mujeres que se han dedicado a los demás. Su vida se quedaba vacía sino ayudaban a los que vivían en la miseria, a los necesitados o indigentes, a los que hoy llamamos marginados, excluidos o  "sin techo", vamos, a los pobres de solemnidad de siempre.

Lo de la pobreza no tiene que ver con ser más persona o menos persona. Aunque no les guste a los ricos, los pobres también son personas, con su dignidad, sus derechos y deberes, sus cualidades y defectos, con sus aciertos y fallos. Son personas con su historia, su cultura, sus tradiciones y costumbres, con sus creencias. Es verdad que son pobres, pero no lo olvidemos, tan personas como cualquier otro que no lo sea.

Muchas ONGS, en verano de forma especial, tienen proyectos solidarios en países pobres o empobrecidos -que también se puede decir así-. Son proyectos que ocupan de 30 a 40 días y que, en general, consisten en estar con la gente de aquellos países realizando algunas tareas variadas que van desde actividades educativas a construcciones de dispensarios o pozos, desde talleres de habilidades sociales a derechos humanos,  desde la atención  a los enfermos al cuidado de los niños, desde cursos de alfabetización a los de informática,...

Las más de las veces, son proyectos que surgen de necesidades que solicitan las mismas poblaciones que llaman a las personas voluntarias, a través de sus ONGS o asociaciones. Aunque muchos voluntarios y voluntarias van con la idea de cambiar el mundo y hacerlo más justo, cuando vuelven vienen convencidos de que, son ellos, quienes tienen que cambiar su modo de vivir, su tren de vida que genera tantos gastos, etc. etc.

No es raro venir de aquellos países con la sensación de que te han "humanizado"; de que te han despertado la conciencia, adormilada por el aburguesamiento en el que vivimos; de que te han sensibilizado ante el mundo injusto que genera tantas diferencias, tantas discriminaciones, tantas pobrezas y miserias. Por eso la verdadera solidaridad no se queda en los proyectos que se realizan durante las vacaciones, tienen su continuidad durante el año. En cualquiera de los países ricos, en los que habitamos, y más con la crisis que tenemos, sin duda hay mucho que hacer. Que se le pregunte a Caritas y a la Cruz Roja.

domingo, 23 de junio de 2013

LAS PATERAS: LOS CRUCEROS DE LOS POBRES

Esto de las pateras no es de nuestros días. Según los estudiosos, el ser humano se originó en África, lo que quiere decir que en alguna época -muy lejana, vamos, miles de años-, algunos hombres y mujeres, tuvieron que dar el salto, a lo que hoy llamamos Europa, o sea que ellos serían nuestros progenitores.  Por consiguiente, ¡También, somos africanos! Hemos venido antes que ellos, pero, como ellos, nuestros ancestros vinieron de África.
Me imagino que los que saltaron el estrecho, tuvieron sus motivos. Les movería alguna circunstancia que desconocemos, pero, está claro que en un momento dado decidieron dejar África y pasar a nuevas tierras, con nuevas oportunidades. Creo que no hablaban de continentes, eso, vino después.
Los de ayer y los doy, antes de llegar a Europa, han pasado muchas calamidades. Aunque se puede considerar una aventura, el riesgo es muy grande. La misma vida les va en el viaje.
Actualmente, son los ricos quienes hacen cruceros, de lujo, en grandes barcos. Saben que después de un viaje placentero regresarán a su tierra y seguirán con la buena vida. No ocurre lo mismo con los que vienen en las pateras, que se encargan las mafias de tenerlas en mal estado, hasta el punto de que muchas de ellas dejan de funcionar o tienen graves problemas, según navegan por alta mar.
¡Cuántos niños, jóvenes, hombres y mujeres se habrá tragado el mar! Es el tributo que hay que pagar por arriesgarse a buscar una vida y un mundo mejor. Nos enternecen las imágenes, de los que acoge la Cruz Roja, cuando llegan a nuestras costas. En realidad son los que han tenido la suerte de alcanzar nuestras playas, para ellos la tierra prometida.
Salieron de su pueblo, dejaron la familia y después de muchos sudores y lágrimas, de engaños y sufrimientos, llegan a nuestros pueblos, viven con nosotros y lo mínimo que esperan o nos piden es que les acojamos. Dijéramos que son como 'nuestros primos lejanos', no podemos dejarlos abandonados a su suerte; merecen, como familiares nuestros que son que les demos lo necesario para vivir con dignidad.
No podemos verlos como si fueran ‘menos’ que nosotros. No somos una raza superior, esas son cosas del nazismo, de los intolerantes, de los que discriminan a los demás porque son diferentes. ¡Pero hombre!, si son de nuestra misma familia, no seamos racistas..
Aún más, traen con ellos sus culturas, sus tradiciones y costumbres, sus creencias, sus Dioses, que se juntan con nuestras culturas, tradiciones y costumbres y con nuestras creencias, sin la menor duda, una riqueza para todos. Ahora bien la riqueza y beneficio para todos se dará si sabemos compartir, dialogar, respetar y, en su caso denunciar, pues ni ellos, ni nosotros somos perfectos.
Mi deseo es que los cruceros de los pobres no se conviertan en un viaje al absurdo. ¡Abrámosles las puertas¡

domingo, 16 de junio de 2013

EL PARO: DEL DRAMA A LA TRAGEDIA

Detrás de las estadísticas de los millones de parados tanto en España, como en el resto del mundo, hay hombres y mujeres con nombres y apellidos. Hay jóvenes en edad de trabajar, con estudios y buena formación, que aún no se les ha dado la oportunidad de aplicarlos. Pero sobretodo, existen familias, muchas familias, que están sufriendo las consecuencias del paro. El desempleo es como una de las antiguas plagas de Egipto. En la práctica, toda la sociedad civil es la que más padece y sufre esta situación. Lo que si está claro es que los banqueros y los políticos, son los menos afectados del paro, si bien, son los que lo han provocado.
Hablar del paro se ha hecho cotidiano en nuestras conversaciones y se aborda como si fuera una maldición. Sin duda lo es. Con el paro se frustran muchos proyectos personales, de pareja, de pequeñas y medianas empresas. Se rompen ilusiones, se quiebra el futuro a corto y medio plazo. Se resienten las familias, los pueblos. Un desastre.
Algunos se justifican con lo de la economía sumergida, pero en la mayoría de los casos, habría que calificarla de economía sumergida inhumana.  La experiencia nos demuestra que las cosas que se ocultan no son buenas, aunque en un primer momento salgamos beneficiados. Este tipo de solución termina empeorando todo, ni siquiera estimula la creatividad y el emprendimiento. Digamos que es aquello de 'pan para hoy y hambre para mañana'.
El Diccionario de la Real Academia, en su tercera acepción, nos dice que el drama es un "suceso de la vida real, capaz de interesar y conmover vivamente". Exactamente es lo que viene ocurriendo con el paro. Sin duda, el paro, es un hecho real que nos está interesando y conmoviendo vivamente. ¿Qué familia no está afectada por el paro? ¿Quién no tiene amigos que se han quedado en paro? El paro es un drama, en un primer momento de poca intensidad, pero con el tiempo la situación se va empeorando y complicando.
El mismo diccionario, nos define el término tragedia como un "Suceso de la vida real capaz de suscitar emociones trágicas". No hablo de los géneros del drama y la tragedia en el ámbito teatral. Estamos en la vida real. Estamos hablando de las consecuencias dramáticas y trágicas -del paro- en los seres humanos que lo padecen.
La situación de desempleo, estar desocupado, te deja mucho tiempo libre. Puedes 'hacer' muchas cosas. Puedes quedarte encerrado en tu casa. Los primeros días, tal vez por la novedad, se pasan rápido. El problema aparece cuando pasan las semanas y los meses y todo sigue igual. Ni siquiera se ve el final del túnel. Hasta el problema se complica si alguien más de la familia también tiene que ir a las oficinas del INEM.
Con el paro los ingresos familiares disminuyen. Se tiene que vivir con menos. Hay que decirles a los hijos que ya no se pueden permitir tales o cuales caprichos. Se tiene que pedir prestado, lo cual no es fácil. Y en bastantes casos se ponen las cosas tan mal, que hay que acudir a los comedores sociales, a las caritas parroquiales... En muchas familias, todo esto, no estaba en el guión hace unos años. Hay que ponerse en la piel de las personas que lo padecen. Se pasa mucha vergüenza, aparece el sentimiento de la humillación y, aunque la dignidad no se pierde ¡menos mal! no es cómodo ni grato pasar por ese estrecho camino.
No obstante, hay que tener esperanza. Dicen que no hay mal que cien años dure y aunque se pasa mal, muy mal, el túnel tiene salida. Igual los que, de momento , no estamos en paro, podemos seguir haciéndonos más solidarios.

domingo, 9 de junio de 2013

¿Y SI LA MADRE Y EL PADRE NO SE PONEN DE ACUERDO EN LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS ?

Esto días están los telediarios echando humo comentando las borracheras de los adolescentes. Dicen las estadísticas que más de trescientos 'adolescentes' (desde los 13 añitos) pasan por las urgencias hospitalarias en situaciones de intoxicación y coma etílico. Muchas personas nos hacemos la pregunta: ¿Y quién tiene la culpa? Es la manía de buscar siempre culpables. Yo lo tengo claro: todos y todas. Unos por ser familiares, otros por ser amigos y colegas, otros porque venden, otros porque son educadores y maestros. Están los vecinos, los compañeros del club deportivo,... lo dicho, todas y todos. Unos por acción y otros por omisión. Y si alguien está libre que tire la primera piedra. Pero hoy no voy a detenerme en el alcoholismo de nuestros adolescentes.
Me preocupan las parejas que no se ponen de acuerdo a la hora de criar  y educar a su prole. Esta situación termina por darles las riendas, a los propios hijos, de sus vidas. Los resultados de esta dejación de funciones parentales son desastrosas, eso sí, para toda la familia. Pero dejemos a un lado, por ahora, a los infantes y detengámonos en los progenitores.
Hay parejas que hacen con sus hijos lo que hicieron sus padres con ellos. Para bien o para mal, repiten el guión aprendido. Pero la situación se agrava cuando la madre plantea una forma de llevar la crianza y el padre tiene otro proyecto diferente. Mal empezamos. En esta situación, los hijos están 'viendo' dos versiones de la misma 'película' y terminan por escoger la que más les interesa y les acarrea menos problemas. Ya se pueden imaginar los resultados.
Ocurre con frecuencia, que los límites que defiende el padre los ve irrelevantes la madre o viceversa. Por consiguiente los hijos terminan por no aprender la importancia de los límites y todo lo relativizan. Pero, además, la situación se empeora cuando las discusiones se hacen delante de los niños y, éstos, asisten a 'un partido de tenis' en el que no hay ganadores. Los límites no los aprenderán pero sí aprenden a discutir 'para nada'.
Si el padre y la madre no se ponen de acuerdo en los valores, normas, límites y criterios de convivencia para sus hijos, cuando éstos van a la escuela, o participan en una asociación, o se encuentran en la calle con sus amigos, ¿qué valores, normas, límites o criterios de convivencia utilizarán? Ya sé que todo no depende de la familia, pero sigo creyendo, que la familia es el espacio privilegiado para todos estos aprendizajes básicos y fundamentales en el crecimiento de las personas.
Aún se pueden complicar más las cosas cuando la pareja no funciona. Nos podemos imaginar todo lo demás. Pero siempre, no lo olvidemos, son los hijos lo primeros que sufren las consecuencias. Es muy delicado este asunto, pero tan real como la vida misma. Ya entiendo que la vida es muy compleja, que las situaciones familiares son muy diferentes, que la sociedad es la suma de todo el mundo, pero, si queremos que todo vaya a mejor, la familia tiene que ser consciente de su papel.
¡Qué fácil es tener hijos y qué difícil educarlos!





domingo, 2 de junio de 2013

¡ALTO! ¿QUÉ LLEVAS EN TU MOCHILA (PERSONAL)?


Llevamos unos meses de ‘efecto dominó’. Empezando por el tiempo, que no acaba de aclararse; las celebraciones primaverales de todo tipo, como las fiestas o ferias populares, las Primeras comuniones, bautizos, confirmaciones…; la crisis que afecta a la familia, el trabajo o el paro; ahora se acerca el final de curso y se está pensando en las vacaciones,… total, que uno no tiene tiempo para lo más esencial: UNO MISMO. Tal vez nos cuesta echar una mirada hacia el interior de nuestra realidad más íntima.
Ahora está de moda lo de la mochila personal. Mucha gente vamos por la calle con una mochila (grande o pequeña). Antes paseábamos las maletas, los bolsos de mano, los carritos de la compra, bolsas de todo tipo, pero, como llevamos los ordenadores, y mil distracciones más, pues entonces, precisamos de una buena mochila. En el plano simbólico hay quién nos compara con las mochilas. Dicen que somos como una mochila. Debe de ser porque en la mochila cabe de todo.
Otra historia es cómo la utilizamos. Por ejemplo, cómo metemos todo lo que lleva dentro. También nos podemos fijar en la distribución que hacemos al llenarla. Es bueno saber donde colocamos las cosas, dado que podemos tener dificultades cuando queremos localizarlas. Y no digamos de la cantidad de cosas que metemos... ¡Por si acaso! Lo que sí está claro, es que si miramos la mochila, tendremos una idea, bastante fiel, de la persona que la lleva.
Dicen que somos lo que comemos, que somos la música que escuchamos, que somos,… y también somos, como la mochila que llevamos. Creo que es bueno, como los montañeros al salir de marcha, examinar con atención todo lo que metemos en nuestra mochila personal. Bueno y, de vez en cuando, revisar lo que nos falta o lo que es necesario quitar. Para ello necesitamos tiempo. Todos tenemos la experiencia de echar cosas que nunca vamos a utilizar, o que no sirven para nada. Eso sí, ocupan el espacio de otras que, a lo mejor, son más necesarias. Aún así las echamos.
También en la mochila llevamos regalos y detalles para la familia, para los amigos, para los compañeros de trabajo,… y al final no queda espacio para el regalo principal: el de nosotros mismos. Siempre pensando en los demás, siempre desbordados por los demás, siempre volcados hacia los demás, y casi siempre, nos olvidamos de nosotros. Me pregunto si hemos metido en la mochila, ese libro que tanto nos gusta. Si hemos colocado, en el bolsillo adecuado, la música que nos encanta oír en la tranquilidad, si hemos previsto, en la agenda, un tiempo para el silencio, la reflexión, la meditación, incluso, la oración. Todas estas cosas, entiendo, nos ayudan a llevar las riendas de nuestra vida con mayor hondura y profundidad. Claro, que si el espacio dedicado a estos asuntos, los llenamos con otras cosas, pues, a lo mejor, hasta la calidad de nuestras vidas queda deteriorada.
Te invito a pararte, ahora que llevamos casi medio año del 2013, te animo a que hagas un alto en el camino y dedicarle un tiempecito a tu mochila, la ‘mochila’ de tu persona.