BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ

BARRIADA DE BELÉN - IQUITOS - PERÚ
UN MINUTO DE FILOSOFÍA: “LOS SUEÑOS Y LOS RETOS ANIMAN EL CAMINAR"

domingo, 25 de septiembre de 2011

EL MUNDO REAL: VISIÓN OPTIMISTA (II)


Creo que el mundo tiene arreglo. Que está mal, ya lo sabemos. Los hospitales, no escatiman medios ni personas, para sanar las enfermedades más complicadas. Ya sé que algunos "quieren bajarse del planeta". Las guerras, el hambre, el terrorismo, el paro, la miseria, las injusticias, la explotación, (añadan las cosas que deseen...) , todas ellas será imposible, a corto y medio plazo, erradicarlas, pero, al final, todo terminará bien. Costará sudores y lágrimas, sin embargo, llegaremos a la meta. No me cabe la menor duda, la humanidad ha sido creada con una finalidad y, pese a todo, alcanzará su fin. Rechazo, de plano, que todo acabe en un caos absoluto. Tal vez no tengamos, aún, todas las respuestas; es más, la pendiente que estamos subiendo es demasiado alta, no obstante, llegaremos a la cima.
A lo mejor aflora, en este optimismo, mi condición de creyente, pero, es así como veo las cosas. La humanidad sin sentido, genera inhumanidad, destrucción y caos; la humanidad con sentido, favorece la humanización, que lleva a la plenitud del ser humano.
Hay que "ponerse las pilas", es la única forma de que este mundo cambie. La responsabilidad es de todos. Ya está bien, de que sean "los demás", los que "curren". Aquí, los políticos y economistas, las diversas instituciones, la familia y la escuela, las ONGs, las religiones, las asociaciones y sindicatos,... todo el mundo tiene que "pringarse".
La búsqueda del bien común es cosa de todos los ciudadanos: ricos y pobres, blancos y negros, creyentes y ateos, científicos y filósofos, barrenderos y amas de casa,... cada cual, desde su situación y condición. Nadie es menos que nadie. Pero nadie se puede inhibir, ser indiferente o, lo que es peor, aprovecharse. Todos los seres humanos necesitamos comer, vestir dignamente, estudiar, estar sanos, disponer de una vivienda, etc, etc. Y, por tanto, a todos los seres humanos, nos corresponde poner todo aquello que esté de nuestra parte: ¡Hay que crear redes sociales o un tejido social que fortalezca y humanice nuestras relaciones!
Lo queramos o no, estamos interconectados, por lo que va siendo hora de que trabajemos en los tres grandes retos, que nos pueden allanar el camino:
Que la globalización sea humanizadora: la economía tiene que estar al servicio de todos los seres humanos, y no solo, de unos pocos espabilados. La política, al respecto, tiene mucho que decir, además de trabajar por el bien de toda la población, y no tanto por sus propios intereses partidistas. La ONU y diferentes organismo internacionales, tienen aqui su razón de ser, eso sí, renovándose.
Que el diálogo intercultural:Nos lleve a aceptar al otro, aunque sea diferente por su raza y país de origen. ¡Que ya vivimos juntos! Por consiguiente, la tolerancia, el diálogo y la solidaridad son fundamentales. El ámbito educativo tiene su protagonismo, en la formación de las futuras generaciones.
Que el diálogo interreligioso: Deje de ser una asignatura pendiente, para pasar de las guerras de religión a la concordia y la paz entre los diferentes creyentes. Son las religiones las que aportan el sentido a la vida y, sin duda, es su mejor contribución a la humanidad. El camino que han iniciado de construir una ética universal, es una buena herramienta de trabajo.
Es verdad que no partimos de cero, pero: ¡Manos a la obra!

domingo, 18 de septiembre de 2011

LA CRUDA REALIDAD: VISIÓN PESIMISTA (I)


Somos herederos del siglo XX. Y estamos construyendo nuestro bienestar sobre millones de seres humanos que murieron en las numerosas guerras civiles y mundiales. Las dictaduras de derechas y las dictaduras de izquierdas, tienen en común, que son dictaduras. Las dos son igual de inhumanas y han generado millones de muertes y destrozos, incalculables, en el planeta. Y si añadimos, que en nombre de los nacinalismos o de creencias religiosas, se han sometido y masacrado, en actos terroristas, y con la llamada "limpieza étnica", a millones de seres humanos,... ¡El cuadro no puede ser más desolador!
Me sonrío, cuando la gente de izquierdas, me sigue cantando las bondades de sus idealismos y se creeen herederos de lo mejor de la humanidad: "Nosotros somos los progresistas y moralmente somos los perfectos". Simplemente, lamentable.
Me vuelvo a sonreír, cuando la gente de derechas, me sigue narrando que sin ellos la humanidad estaría perdida, ya que son gente de bien y de orden:. "Nosotros con los valores "de siempre" haremos un mundo mejor". Simplemente, lamentable.
Ya, mi sonrisa se alarga, cuando los nacionalistas acérrimos, nos quieren hacer volver a las cavernas, donde la tribu vivía unida y guerreaba con los vecinos. "Nosotros a lo nuestro, a los demás que dios les ampare". Simplemente lamentable.
Y empiezo a reírme, cuando los fieles de algunas religiones, siguen apelando a sus dioses y crencias para someter y tiranizar a sus pueblos, matando a los "herejes": "Nosotros tenemos la verdad que ilumina al mundo". Simplemente lamentable.
El caso es, que cuando voy por la calle y veo a los políticos -todos los políticos- (derechas, izquierdas, nacionalistas,..) llevan sus trajes y corbatas, tienen sus coches de marca, viven en chalets de lujo y, desde luego, dinero no les falta (Hemos visto estos días la declaración de sus bienes). Me pregunto, entonces, ¿En qué se diferencian? Y me respuesta es: en los discursos que tienen, porque luego viven igual.
Todos los días seguimos viendo, en los telediarios, a los muchos sátrapas, tiranos, reyezuelos, dictadores... que machacan y explotan a su pueblo, pero, atención, han sido y son sostenidos (hasta que les interesa-nos interesa) por los que vivimos en el mundo occidental, que desde nuestro neoliberalismo (no nos engañemos, todos vivimos en/de este sistema, aunque lo critiquemos) seguimos expoliando y empobreciendo a los países, del llamado tercer mundo, cuyas materias primas, mantienen nuestra sociedad del bienestar. Países pobres de los que vemos y oímos que los hombres y mujeres, ancianos y niños, se mueren de hambre, tienen todo tipo de enfermedades, viven en la miseria,... ¿No se van a escapar y emigrar para venir a nuestras tierras?
¡ESTA ES LA CRUDA REALIDAD!

domingo, 11 de septiembre de 2011

EDUCAMOS A NUESTROS HIJOS Y EDUCAMOS A NUESTROS ALUMNOS


El mes de septiembre, nos vuelve a la realidad. Aparecen las obligaciones, los trabajos, las responsabilidades... ¡Vamos! La normalidad con sus rutinas.
Las vacaciones desaparecen de nuestro horizonte. Las familias, ajustan los presupuestos, para las compras escolares de sus hijos. Las aulas, abren sus puertas para empezar las clases. Todo, todo, está dispuesto, después de unas merecidas, para seguir educando con nuevos bríos.
El discurso de que la familia es el único ámbito educativo, ya está superado. Claro, que los hijos viven en su casa, con sus familiares. Pero los mismos chavales, son alumnos en los colegios o en los institutos. Y pasan muchas horas de su vida en ellos. Por consiguiente, el ámbito escolar, sin la menor duda, también, es educativo.
Si por educar todos entendemos lo mismo o, al menos, coincidimos en lo fundamental, las cosas irán bien. Pero como los criterios educativos varíen, en lo esencial, igual nos estamos equivocando y los perjudicados son los chavales. Todo lo cual, se acentúa en una sociedad plural
Evidentemente, es la familia la que señala el horizonte de la educación que quiere para su prole. Por eso decimos que es la primera responsable. Sus funciones parentales así se lo exigen. Y, desde luego, son muchas las familias que se lo toman en serio. Lo que no quita que haya dificultades en el camino. Pero, también hay familias, para las que tener hijos no supone ningún problema; las complicaciones vienen después: No saben qué hacer con ellos. Así como, hay centros escolares, que se cierran a que lo "suyo" es transmitir conocimientos, pensando que, lo de educar a sus alumnos, le corresponde a sus padres. La miopía la tienen muy desarrollada.
Cuando hablamos de la educación en valores, nos estamos refiriendo, a esos valores que dignifican a la persona, que dan sentido a su vida, le ayudan a crecer de forma saludable y le facilitan integrarse en la sociedad, que vive, de forma comprometida. Para todo esto, la familia y la escuela se tienen que poner de acuerdo: hablando, reuniéndose, compartiendo planteamientos, ES DECIR, DEDICAR TIEMPO.
Ya sabemos, que hay otras instancias que influyen en la educación y crecimiento de las personas, como pueden ser las religiones, el grupo de amigos, o la sociedad en su conjunto; pero, si la familia y la escuela ponen las bases y marcan las metas a las que llegar, creo yo, que todo será más fácil. No se evitarán -ni se pretende- que existan dificultades, complicaciones y problemas, pero, lo de educar a nuestros hijos y educar a nuestros alumnos, irá por buen camino.

domingo, 4 de septiembre de 2011

DE LOS PROYECTOS: PERSONAL, MATRIMONIAL Y FAMILIAR


El tiempo de vacaciones se ha terminado. En el ambiente se respira el inicio de otro ciclo. Con el nuevo año escolar, la sociedad entera se "resiente". Se reorganiza. Los gastos para el inicio de curso se disparan, las economías familiares se ajustan. Todo empieza de nuevo.
En el mes de septiembre, la vida cotidiana vuelve a la normalidad. Las costumbres, los hábitos, los horarios se retoman y se mejoran. No se trata de "volver a empezar", como si nos hubiera salido algo mal y hay que repetirlo. Hay que avanzar. Hay que seguir creciendo. Es en este contexto, cuando recobran su sentido los proyectos que han ido surgiendo a lo largo de nuestra existencia. En este caso me interesan tres de ellos: el personal, el matrimonial y el familiar. Y es que no podemos ir por la vida sin rumbo, y menos aún, dejándonos llevar por los demás. No es necesario, tener escritos dichos proyectos, pero sí haberlos pensado, reflexionado y tener la decisión de realizarlos. Apunto algunas ideas:
El proyecto personal, como sabemos, es una herramienta fundamental para el crecimiento como persona. Mi ser personal, como hombre o como mujer, necesita de una atención por mi parte. Conmigo han ido creciendo utopías, metas, objetivos. Mi realidad personal, necesita desarrollarse con todos los aciertos y dificultades, con todas las alegrías y las penas. No puedo abandonarme. Necesito "mis" tiempos.
El proyecto matrimonial o de pareja, para nada es ajeno a la realidad personal, pero sí añade el compromiso, de crecer, junto a otra persona. Ya no hablamos del yo-tú, sino del nosotros. La boda no es el final de la vida de una pareja, es más bien, la expresión pública de que, juntos, se quiere hacer un camino común, con sus metas y utopías, con sus aciertos y dificultades, con sus alegrías y sus penas. Esto requiere sus tiempos, en los que la comunicación, el diálogo, hablar, los silencios, el estar juntos, se hacen muy necesarios.
El proyecto familiar, está muy unido a todo lo anterior. La familia no se desentiende de las personas. Al revés, es el espacio idóneo para que se plantee el sentido de la vida. Surjan los grandes ideales, se siembren los valores que humanizan y se favorezca el desarrollo de los mismos. La familia es el taller de la vida. Desde los primeros pasos que damos no estamos solos; nuestros padres y demás familiares están ahí para ayudarnos. Solos no podríamos. Esto va a ser una constante durante toda la vida.
Armonizar los tres proyectos, es el reto más importante que tenemos por delante. Nos va en ello nuestra felicidad.